Poema
Soñé que venías del mar,
de un bello calmar,
de pies desnudos
y ojos que dejan mudos.
Soñé que te abrazaba,
soñé que te amaba;
en tus labios de plata,
siquiera pensé que algo mata.
¿Quién pusiera su destino en tu mano,
si supiera de aquella qué es amargo?
Sueña el niño con la niña,
que esta más le guiña,
sueña la mujer del joven,
que sus caricias le enamoren,
sueñe al que el alma roben,
sueñe al que el corazón mande,
sueñe al que la pasión no aguante,
y aquel que, en conclusión,
vaya a perder la razón,
y no recuerde prestar atención.
Yo soñé de aquella mujer,
que hoy me tiene aquí preso,
con sus labios en un beso,
raudo el placer romper.
¿Qué es mi sueño? Un doler
¿Qué es mi sueño? Un delirio
un silencio, un triste lirio
Que el frío viene norteño,
que todo en la vida tiene dueño,
y los sueños, fútil leño.