Reflexión
En este libro Carlyle nos presenta y describe a sus héroes en sus categorías de dios, profeta, poeta, sacerdote, hombre de letras y rey, procedentes de distintas épocas, siguiendo por tanto un orden cronológico, que va desde la Antigüedad Clásica hasta la Edad Moderna. El autor a través de estas páginas trata de transmitir al lector su postura acerca de la figura del héroe en la Historia, y apoyándose en su teoría del gran hombre, creada en el siglo XIX, defiende su carácter trascendental e imprescindible para la sociedad por su misión de imponer orden frente al caos, por ser además un elemento de avance en el desarrollo de los seres humanos, y por poseer rasgos propios que lo identifican como tal, tal es su sinceridad, sabiduría, autenticidad, habilidades políticas u originalidad.
En este ensayo, me gustaría analizar dos cuestiones: una, la teoría del gran hombre creada por el propio Thomas Carlyle; y la otra una pregunta retórica, formulada en el texto, que invita a una profunda reflexión analítica, la cual no desvelaré por el momento.
La teoría del gran hombre, ideada por Thomas Carlyle, constituye el hilo argumental del libro y sus seis secciones dedicadas a los héroes. En ella se enaltece la figura del héroe, pues sin ellos no habría historia; en otras palabras, sus acciones marcaron el devenir de la sociedad afirmando que “la historia del mundo no es más que la biografía de los grandes hombres”, aludiendo a que es posible el avance y progreso de los humanos en la historia gracias a la aparición de grandes hombres como estos. En este aspecto, el autor ofrece una visión elitista explicando que no cualquier persona está destinada a ser un héroe, pues no hay héroes populares sino unos pocos que representen a la nación. Habría que añadir diciendo que tal es la importancia de estos, que sus decisiones marcan el curso de la Historia, para bien o para mal.
Según Carlyle los héroes más influyentes, que hasta el momento no han sido olvidados y siguen estando presentes en la sociedad como grandes referentes, son Dante, Shakespeare, Johnson, y Rousseau. Es el poeta y literato en el que el arte de la escritura permanece inalterable e inextinguible hasta el momento, siendo éste la forma de transmitir su pensamiento; haciendo pública “la inspiración de su alma”. A través de sus escritos se plasma su honestidad, originalidad e intelectualidad, rasgos propios que los identifican con la figura heroica, en donde, así mismo se transmite la sabiduría de sus literatos. Obras escritas en papel y posteriormente impresas, de ahí su perennidad y perpetuidad a pesar del transcurso de los siglos.
Son héroes influyentes que han surgido con las circunstancias, el caos o desorden, y han producido un gran impacto a lo largo de la historia por las cualidades anteriormente mencionadas, conllevando al progreso y al avance. Son quienes marcan un nuevo rumbo y destino de la sociedad, pues sin el culto a estos héroes se entraría en una época oscura y de decadencia, de ahí su crítica negativa hacia la democracia.
Tras todo ello, habría que plantearse la siguiente cuestión: Si héroe significa hombre sincero, ¿por qué cada uno de nosotros no podría llegar a ser un héroe? Es una pregunta que se podría responder con una sola palabra: falsedad. Vivimos en una sociedad donde las apariencias, la hipocresía y la mentira están presentes en el día a día, aspectos que llevamos arrastrando desde que el mundo es mundo. Esto lleva a la desconfianza hacia el otro, a dudar constantemente de todo, por lo que el caos lo provocamos nosotros mismos, las guerras y los conflictos nacen de nuestras propias inseguridades y egocentrismos. Y por tanto la sinceridad brilla por su ausencia. Entre tanta falsedad, desconfianza, duda moral e intelectual surge en nosotros la necesidad de crear la imagen de un héroe que nos rescate de nuestras preocupaciones y nos libere de ellas apoyándonos en lo único que tenemos a mano: la esperanza. Es por todo ello por lo que ninguno de nosotros llegaremos a ser un héroe, para lograrlo tendríamos que carecer de estas imperfecciones, que por desgracia las poseemos.
En resumen, esperamos en un mundo que vaya a mejor, alguien como Napoleón, que domine la revolución, que nos rescate de este caos y desorden. Un héroe que entregue su vida por el bienestar de la sociedad, un salvador, en otras palabras. La figura de un héroe perfecto que nosotros creamos y mitificamos a través de nuestra imaginación y de las circunstancias, como solución a nuestros problemas. Carlyle encontró a sus héroes en la mitología (Odín), en la literatura y poesía (Dante y Shakespeare) y en la religión protestante como Knox o Lutero, surgidos todos ellos a partir de su experiencia personal.
Carlyle, T. (1993). On heroes, hero-worship, and the heroic in history (Vol. 1). Univ of California Press. Teoría del Gran Hombre (2023) Wikipedia. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_gran_hombre (Accessed: 23 September 2023).