Poema
Cuando el tiempo apremia, ansiamos prisa,
buscamos lo instantáneo sin demora,
pero, en ese afán, perdemos la brisa,
la calidad se desvanece, es ahora.
La paciencia es un arte que se esfuma,
la belleza en la espera se desliza,
en la prisa, la esencia se perfuma,
y el valor de lo instantáneo desliza.
A veces, en lo rápido, se extravía,
la perfección que el tiempo da y concede,
y en el afán por llegar en un día,
la calidad se marchita y cede.
Así que aprende, cuando el tiempo apremia,
que en la espera, la excelencia se crea,
no sacrifiques calidad por premura,
pues en la pausa, la verdadera belleza acecha.
La juventud, con ímpetu y vigor,
anhela todo al instante, sin demora,
sin ver que en la rapidez se pierde el sabor,
y la profundidad de la vida ignora.