Cada semana tengo la inmensa suerte de hablar, reunirme, colaborar o participar en eventos con personas tremendamente exitosas: emprendedores top, altos directivos de algunas de las empresas más grandes del mundo, embajadores y diplomáticos, reconocidos académicos…

Pues bien, tras varios meses analizando e interactuando con estos perfiles he llegado a una conclusión que me gustaría compartir: todas estas personas tienen distintas cualidades, habilidades, defectos (son personas como todos), ambiciones, sueños, logros y fracasos… pero TODOS, absolutamente todos, comparten una cualidad en común: son excelentes personas desde un punto de vista humano.

Esto no puede ser casualidad. Estoy convencido de que hay una relación directa entre el éxito profesional y la cualidad de ser una gran persona. El problema es que ser buena persona es algo tremendamente subestimado en la sociedad actual. De hecho, suelo leer cosas como “las habilidades más demandadas por las empresas son (…)”, y nunca pone: ser una buenísima persona. Cuando estoy seguro, y como os digo lo he podido comprobar empíricamente, de que es la cualidad que con mayor seguridad te puede conducir al éxito profesional.

Lo sé, alguna excepción habrá. Pero esta es mi experiencia personal conociendo, trabajando y conversando con estos perfiles tan increíbles. Así que, si me aceptas un consejo, sería este: “si quieres tener éxito, sé una gran persona”.